martes, 25 de diciembre de 2018

Pasaremos las fiestas

Pasaremos las fiestas aquí, atrincherados, agazapados, a la espera de los momentos reales, no los prefabricados que pareciera que nos obliga a vivir todos juntos y en armonía. Lo simulado me genera una especie de rebeldía innata que me sulfura y me hace hacer todo lo contrario. Espero con ansias cuando entramos en los veinti de diciembre que aparezcamos en el bendito 7 de enero y las cabezas asomen a la realidad de cada cual. Ese mundo del que elegimos rodearnos durante el año y que nos limita o posibilita el desarrollo de nuestro potencial. Estas fechas están hechas para aglutinar, fomentar el regalismo descarado, la cara de todo bien con el familiar que inoportuna con cada sugerencia, y el complemento calórico que atormente en sueños y nos haga sentir bien terrenos. Un bofe, seamos serios.

Si tenés más de 30 años y estás medianamente satisfecho con tu vida, habrás encontrado ese momento o situación que recreás porque te lleva a suspender las presiones y salirte un poco de la matrix en la que hayas elegido vivir. Ese instante elegido es el que no se acerca ni por asomo a lo que debemos o creemos que debemos hacer en las fiestas. Brindo por tener más momentos de esos inspiradores, reuniones con gente que no provoque desconfianza sino un sonrisa enorme y no impostada, una explosión de risa genuina que te hace doler la panza después, de chicos que con sinceridad descarada te enfrenten a tu fantasma más radical y que no te permite ver que mientras estés prestando atención a la marca de la botella que tenés en la mano, o de la prenda de vestir que querés lucir, junto a tu auto, tus logros, tu pareja quizás también, la vida se te consume al lado junto a la cerilla que se apaga lentamente, como el sabor amargo que deja vivir una vida ajena.

Feliz es una palabra tan sobredimensionada en el modernismo imperante que asusta la sola idea de alcanzar dicha meta. Porque pareciera ser que es la línea de llegada. Y la na(ti)vidad es la de salida. Nace el dios Sol ante los ojos de su familia conversa. Conversa la Luna con las Estrellas y de la imaginación del Humano ante la cosmogonía reinante se creó la religión. Que gobierna porque respeta el orden natural y lo adapta a lo social. Socialmente nace Jesús. Socialmente el judeocristianismo nos jodió el cerebro. Socialmente es que se solicita a los señores humanos que corran a comprar o en su defecto a dársela contra un muro de otros humanos que te impedirán el paso por un nuevo concepto de fronteras. Política que arruina los brotes de personas que quieren y fomentan el cambio social con fines evolutivos.

Nada se da como se piensa. Y nos vamos adaptando todos a lo que nace hacer. Cuando despertás, y te das cuenta que no es así como querés estar y tenés la fuerza para encarar cómo sí. Que renazcas con esa pulenta. Nosotros, pasaremos las fiestas. Salú.

jueves, 6 de diciembre de 2018

El viajar es un placer

El voyeurismo es la esencia del teatro. Es, técnicamente, ir a espiar en las vidas de otros asumiendo que uno, como espectador, no participará, en principio, de la trama. Es viajar por un rato en las conciencias de otros, en la mayoría de casos en las miserias, el drama personal llevado a escena, y aceptar que uno está ahí mirando pero que los activos partícipes de los hechos hacen como que no estamos. O nosotros hacemos como que no estamos, esa dificultad de involucramiento que asume el pasivo rol de espectante. Y así la expectativa se hace carne, hasta el instante mismo del primer indicio de comienzo de obra.

La obra es el producto logrado por el elenco estable y constitutivo de esa orgía artística que es la celebración de la actuación en un recinto delimitado. Y el vouyerista público se entretiene inspeccionando, e incluso criticando luego, el acto de hacer. Y de mostrar. La líbido que despierta saberse observado. ¿Para qué actúa un actor, o con qué finalidad, y se enriquece el alma y la autoestima al hacerlo, y en el teatro de forma repetitiva, hasta sacarle el mayor jugo a ese personaje que se le regalaba, primero en letras y luego en cuerpo, para ser interpretado? Representado. Identificado. Touche.