¿Cómo hacés que un nene no quiera lo que vos tenés? ¿Es
normal que el mayor entretenimiento sea morder cartón y plástico? Envases, bah.
¿Cómo se evalúa si se le está dando todo lo que quiere? ¿Lo
que quiere o lo que necesita?
¿Mi viejo se fue habiendo hecho lo que quería? Si nos vamos, ¿para qué perder el tiempo en cosas que no nos van?
¿Mi viejo se fue habiendo hecho lo que quería? Si nos vamos, ¿para qué perder el tiempo en cosas que no nos van?
Gonzalo se pasea. Tira todo. Se agarra de las cosas para
caminar. hay que taparle lugares de riesgo, sacarle cosas chicas de la mano,
intentando no decir no o censurar. Un trajín…
Dejarse sentir libera sensación, y esa sensación queda en el
cuerpo, porque tiene memoria. Conserva lo que en algún momento le produjo buena
sensación. O repele lo que mala.
Eso es la magia de escenificar lo que nos pasa. Ponerse en
el lugar de otro y dejarse ser. Luego se convierte en necesidad.
Necesitar algo es estar en la imperiosa voluntad de
lograrlo. Querer algo tiene una carga más romántica, donde muchos asimilan el
querer con desear algo que no se tiene, mientras que otros optamos por
vincularlo al deseo motor, con el fin de alcanzarlo y no de siempre estar
anhelando lo inalcanzable. Desear es expresión de voluntad, y la acción es lo
que lleva a entrometerse, intersticialmente, en las grietas que produce ese
deseo, en lo que lo moviliza.
Gonzalo desea. Necesita algo y tan sólo va. Se dirige hacia
el objetivo con una premura y decisión que nada pasa a importar más que eso.
Quiere con ganas. Y eso me pone contento. Ya se para y hace equilibrio un rato.
El bendito equilibrio que uno aspira a conseguir en algún
momento. Consigo equilibrar y la balanza se desacomoda hacia el vicio mayor de
superarse.
Los habemos quienes nos sentimos movilizados por el deseo de
superación, así como los hay quienes en su querer inconcluso depositan
todo su deseo, en pretender y hasta
exigir algo que no ocurre. Lo que ocurre, ocurre, y desde esa verdad leída por
los ojos que lo deseen es que se desarrolla el convencimiento de estar en el
camino deseado. Y dale con que es deseado. El camino es el trazado, el
anhelado, el conseguido al fin de cuentas. El idealismo atenta contra la
realidad, y lo real es que el juicio es la condena mayor del ser deseante. El
que quiere con ganas usa el juicio como un medio intuitivo de saberse hacedor
de realidad.
Me pintó hablar con frases cortas hoy se ve. Es lo que hay. Lo
que no hay es imposible que sea.
Necesito querer. Querer necesito. Y el deseo es un cuento
chino.
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