sábado, 8 de abril de 2017

Tres boludeces

El mundo, la conflictividad, el país, la naturaleza misma, todo está cayendo en un acelerado ritmo de extremismo polar negativista, y puedo observarlo y no por eso no sentirme parte. En ese devenir nos encontramos todos inmersos de algún modo en estos días donde pareciera ser que el intento por congeniar caducó ante la fuerza bruta del poder que arrasa. El del amor es el único que queda. Lo entiendas o no. El poder fundado en el miedo genera una bola mayor, que crece con la ira y el odio que se produce en el semejante que sufre. No se puede tapar el Sol con la mano ni un bosque con un árbol. A crear actos concretos de amor que, si no se acaba, se acelera el mundo. Está en tus manos.

De qué carajo te querés cuidar. Si igual te vas a ir. Disfrutá. No hay otra. No vinimos a otra cosa. Y las formas de disfrutar son tantas como personas en el mundo. El punto es cuánto te vas a mortificar y cuánto vas a dedicarte a colonizar tu poder de hacer lo que te gusta.


Tu mundo es mi mundo porque sintetizo con mi mirada.

martes, 4 de abril de 2017

Grieta exacerbada

Sociedad customizada. Saciedad pasteurizada. Suciedad atomizada. Docilidad categorizada. Ductilidad cosificada. Doctrina valentonada. Sofismo adulterado. Decomisada tempestad. Edad de costumbre. Costumbrizada saciedad. Sociedad customizada. Te decía.

De una hendidura se deshace un hecho. De la grieta se desprende lo faltante, el espacio a lo que no se conforma y busca más conquista y explayarse. Expandir los límites de lo posible para centrar la atención en la resultante. La piedra angular que escarmiente y se adapte a la singularidad de estación. Estando se hace. Sin presencia se marchita.

Piedad. Dolor en la desdicha de saberse fomentado a hacer para crecer. Y creer. Porque cree el que ve, y desde allí formamos la opinión. El que ve se permite dudar. Y preguntar. Si acaso alguno supo contemplar, que hay verdades que a medio cuerpo se estiran. Y otras que toman cuerpo con el correr de la situación. Cuando ya estás desnudo y allí sucede lo mejor. Como en un sueño, despiertas, y ves lo que no habituabas a notar, a distinguir. Empieza a aparecer a tus ojos aquella figura o imagen que te realizas para vislumbrarte que tal o cual cosa debes hacerla distinta. De cambiar se trata. De fomentarse a dar más también. ¿Das?